En toda etapa del proyecto, por
ejemplo, se deberá efectuar un chequeo continuo, independiente y efectivo al
interior de cada disciplina y un chequeo cruzado, de similares características,
entre especialidades.
El objetivo de estas revisiones e inspecciones es
compatibilizar los proyectos desarrollados, identificar debilidades del
proyecto y velar por el cumplimiento de los objetivos establecidos por el
propietario. Se deberán caracterizar los mecanismos de revisión que usará el
equipo revisor, además de los que se desarrollen al interior, los que se
efectuarán entre actividades y los que ejecutarán profesionales externos.
Las
fechas de las revisiones deberán definirse de acuerdo con la programación del
avance del proyecto. Los profesionales deberán desarrollar sus actividades
teniendo en cuenta esta situación, para que su desarrollo pueda ser coordinado,
revisado y evaluado. Los especialistas que efectúen revisiones, al interior de
su grupo o como parte del chequeo cruzado requerido deberán demostrar calidad y
experiencia acordes con las exigencias del proyecto.
Todo mecanismo de
revisión, inspección y ensayo utilizado en el proyecto deberá estar
explícitamente detallado. Los procedimientos deberán encontrarse debidamente
normados y documentados. No se podrán aceptar procedimientos basados en
prácticas que no se encuentren documentadas. Todo acuerdo alcanzado, estándar
de calidad adoptado o cambio efectuado al concepto original del proyecto, ya
sea durante la etapa de diseño o de construcción, deberá quedar documentado y
deberá. Tanto durante la etapa de diseño como la de construcción, se deberán
definir los plazos de ejecución y entrega de cada componente del proyecto. Se
deberán definir los canales y protocolos de comunicación. Deberá contar en cada
momento con versiones actualizadas de los proyectos ejecutados. Periódicamente
el equipo revisor deberá citar a reuniones de coordinación con el grupo
ejecutor.
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